martes, 30 de septiembre de 2008

A través del espejo


sometimes you just don't like your face

¿Abducción, pesadilla, secta o nuestro alien más adorado?

Un día de esos te despertás, te desperezás, estás media hora para abrir el ojo derecho, después el izquierdo que se te pega...
Te levantás después de un esfuerzo desmedido, te arrastrás escaleras abajo, hasta llegar a la cocina. Prendés la cafetera, preparás a mano la taza, la cucharita, el azúcar, y demás. Te seguís arrastrando hasta el baño. Manoteás la llave de luz, esquivás el espejo, tomás el cepillo de dientes, el dentífrico, disponés todo en su debido lugar, levantás el mentón y zás... ¿Qué hay en el espejo? Un monstruo. Una de esas criaturas que aparecen en las películas de terror con caras diabólicas y armas escondidas detrás de la espalda. Los ojos pegados por lagañas entre las pestañas, la cara entera plagada con una infección cutánea, la imagen trastocada por una psicosis impresa en toda la figura.
Creés que sos vos, que sufriste durante la noche una abducción y que te devolvieron deformado y masacrado. No, no te asustes. Bah, asustate cuanto quieras. Pero sabé que no sos vos. Aunque seguramente pronto lo seas.
Hermenegildo se apropió de tu espejo y no te quedan muchas opciones. O aprender a convivir con él, y dejar que de a poco se vaya apropiando de vos. O romper el espejo y esperar que Herme, hecho pedazos se mude así multiplicado a los demás espejos lindantes.
Mientras tanto, va a seguir persiguiéndote entre otros espejos, cuando mires a personas desde el colectivo, va a estar allí, cuando vos más distraído, para asegurarse de que poco a poco no te puedas escapar de sus influencias. Deberás sumarte, imperiosamente.


Es casi como un predicador de las sectas, pero multiplicado a la enécima potencia. Como Droopy, pero sin estar "feliiiiiz". Y no te va a dejar de atormentar por más de que intentes evitar su presencia. Es Hermenegildo, difícil de persuadir, una vez en que te puso el ojo encima, estás adentro (de él o él de vos, no es fácil de determinar).



Ps. Me permito robar a medias el título de Carroll, a modo de ilustración, aunque tanto difiera con la historia original.

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